
Conservar más tiempo: Para conservarlas durante más tiempo, se pueden pochar en aceite y congelar.
Hacerse más rápidamente: Hacer unas incisiones en la superficie para que penetre el calor y se hagan más rápidamente.
Setas tóxicas: Si se comen en crudo pueden resultar tóxicas.
Evitar que se resequen al asar: Para evitar que se resequen en el horno, es conveniente introducirlas enteras.
Setas a la plancha: Para cocinarlas de este modo, solo hay que sazonar la pieza, untarla con aceite y hacerlas a la plancha.
Setas hervidas: Si se emplea esta técnica conviene utilizar la menor cantidad de agua posible y añadir cuando el agua ya esté hirviendo. Así se consigue que la pérdida de vitaminas y sales minerales sea mínima.
Sabor más suave: Antes de cocinar las setas, les podemos añadir zumo de limón para conseguir así un sabor más suave y evitar además que se oscurezcan por efecto de la oxidación.
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