Compra: Las hojas deben ser verdes, flexibles y resistentes, además deben estar bien cerradas, prietas y sin manchas negras.
Comer en crudo: Las alcachofas pequeñitas pueden comerse crudas.
Limpieza: En las alcachofas grandes, hay que retirar las hojas exteriores más duras y los tallos. Cocer el corazón de la alcachofa en agua hirviendo.
Evitar la oxidación: Si desde el momento en que se limpian al momento en que se cocinan transcurre un tiempo, se deben introducir en un recipiente con agua fría y el zumo de un limón para que no oscurezcan.
Alcachofas frescas: Para mantener las alcachofas frescas durante más tiempo, sumergir los tallos en un recipiente con agua y azúcar hasta el momento de su consumo. Cortar diariamente un trocito del tallo.
A la plancha: Para hacer a la plancha, sin cocinar previamente, cortar en láminas muy finas.
En conserva: Si se utilizan alcachofas en conserva, escaldar en agua hirviendo durante unos minutos para eliminar el sabor a conserva.
Comer en crudo: Las alcachofas pequeñitas pueden comerse crudas.
Limpieza: En las alcachofas grandes, hay que retirar las hojas exteriores más duras y los tallos. Cocer el corazón de la alcachofa en agua hirviendo.
Evitar la oxidación: Si desde el momento en que se limpian al momento en que se cocinan transcurre un tiempo, se deben introducir en un recipiente con agua fría y el zumo de un limón para que no oscurezcan.
Alcachofas frescas: Para mantener las alcachofas frescas durante más tiempo, sumergir los tallos en un recipiente con agua y azúcar hasta el momento de su consumo. Cortar diariamente un trocito del tallo.
A la plancha: Para hacer a la plancha, sin cocinar previamente, cortar en láminas muy finas.
En conserva: Si se utilizan alcachofas en conserva, escaldar en agua hirviendo durante unos minutos para eliminar el sabor a conserva.
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